Esta semana he empezado a ver Glee, una de las nuevas series de la temporada, y ya me he puesto al día. No tenía unas expectativas demasiado elevadas, puesto que esperaba encontrarme algo del estilo High School Musical (no he visto ninguna de las películas, pero no me suelen gustar mucho los productos Disney), y me topé con una extraña mezcla que me entusiasmó. La serie es una combinación de la típica historia de adolescentes en un insituto con el musical y a la vez con un estilo de comedia muy gamberra. No me esperaba el tipo de humor que ofrece la serie y de ahí mi entusiasmo.
Me encantan todos los personajes de la serie. Desde los cándidos Will y Finn, engañados con los embarazos de sus parejas, hasta la mala malísima Sue Sylvester (uno de los personajes del año, sin duda), pasando por la obsesionada Rachel, la loca simpática de Emma, el acosador y coleccionista de muñecas Sandy, el desquiciado director del instituto, y así todos y cada uno de ellos.
Me encanta la sencillez de los conflictos, que quedaron tan bien definidos en el primer capítulo.
Me encantan los folletos de orientación para adolescentes.
Me encantan las perlas que dejan caer los personajes de vez en cuando. (Rachel: "Actualmente es peor ser desconocida que ser pobre")
Me encanta el tono surrealista de toda la serie.
Me encanta el uso que hacen de la primera persona. (La pelea en voz en off del séptimo capítulo o el diario de Sue Sylvester en el sexto son maravillosos)
Me encantan los números musicales. Tanto los más cercanos a Operación triunfo, encima del escenario, como los más representativos del género musical.
Me encanta Glee. Porqué me deja de muy buen rollo.
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