Cuando salió el capítulo 12 de la segunda temporada de Chuck, en 3D, quise verlo con unas gafas, como Dios manda, pero ninguna de las que probé me funcionaron. Así que pasaron los meses y dejé abandonada una serie que me gustaba y seguía semanalmente. La semana pasada decidí retomarla para estar al día cuando estrenen la nueva temporada en enero y esta tarde ya he terminado mi tarea. Cosas del tiempo, viendo los 10 últimos capítulos de la temporada me he dado cuenta que la serie no es tan buena como la recordaba, aunque no por eso la he disfrutado menos.
Cuando alguien se dispone a ver Chuck debe tener muy claro que no se la puede tomar en serio, porque sino se pasará todo el tiempo destripando las lagunas de la historia. Más vale hacer un pacto con la serie: tú me entretienes y me haces reír y yo no me plantearé preguntas. Una vez establecido el pacto ya sólo queda sobreponerse a la cansina, repetitiva y estática (a veces tierna y bonita) historia amorosa entre Chuck y Sarah para poder disfrutar de sus aspectos positivos. Que no tiene pocos.
Pero sin duda, el mayor reclamo de la serie es la tienda electrónica repleta de nerds: el Buy More. Allí dentro suceden las historias más divertidas de Chuck, protagonizadas por sus empleados, cada uno más esperpéntico que el de al lado. Cuando falta esta trama en el capítulo quedan al descubierto las debilidades de la serie, como sucede en el final de la temporada. En la boda de la hermana de Chuck se acumulan un tópico detrás de otro y tan sólo la trama de espías y acción, sin ser ningún derroche de originalidad tampoco, da cierta vida al conjunto.
De cara a la tercera temporada espero que Morgan regrese de Hawai, que Chuck regrese al Buy More junto a Casey y que empiece de nuevo todo la lucha de espionajes. Volveremos seguramente al punto de partida inicial de la serie con un par de "pequeños" cambios. Los nuevos poderes adquiridos por Chuck al ser expuesto al nuevo Intersect (al estilo Matrix) y un cambio de malos malotes, que seguramente sean mucho peores y más peligrosos que Fulcrum. Sólo espero que no empiece a funcionar el efecto bola de nieve y que cada temporada se vaya incrementando el nivel de maldad de los rivales (véase Bola de dragón o Prison Break).
Sin ser, ni de lejos, una de las mejores series, a Chuck le tengo un cariño especial y ya tengo ganas de que llegue enero para que vuelva a la parrilla.