viernes, 6 de noviembre de 2009

UN CHICO (MEDIO) LISTO



Pocas series ofrecen un catálogo tan extenso de desprópositos en tan poco tiempo como Flash Forward. En media docena de capítulos ya han conseguido que me siente a mirarla sin tomármela en serio (algo que a Prison Break le costó casi dos temporadas hacerlo) y lo mejor de la serie es poder comentarla con los amigos. Qué risas se echa uno hablando de tiroteos y persecuciones varias.

Más allá de la vergüenza ajena que provocan algunas escenas de FF, la premisa inicial de la serie es errónea, cómo explican perfectamente en este post. Está claro que el futuro que ven en los flash forwards es un futuro en el que no ha ocurrido el desvaneciemiento, por lo que el éste habrá cambiado el futuro que ya puede ser de ninguna manera el que ven las personas en sus flash forwards. Así que esta fe ciega que tienen todos los personajes de la serie en que sus visiones se cumplirán es absurda.

(ATENCIÓN SPOILER)
Al menos, en el último capítulo alguien se plantea cómo puede cambiar el futuro aunque al final toma un decisión demasiado dramática. De ahí el título de mi post: el agente Al Gough es un chico muy listo en el mundo de FF porque es el único que se da cuenta que las visiones no tienen porqué cumplirse, pero también es bastante tontorrón si lo único que se le ocurre es suicidarse. Sin pensarlo mucho, se me ocurren soluciones muy sencillas: basta que Joseph Fiennes coloque de manera diferente sus pistas en el tablero que ya no será igual a su visión, basta que el mártir Gough le dé su caso a otro compañero que ya no se hará realidad su visión, y así un largo etcétera.

El fundamento de FF es tan endeble y las historias personales de los personajes tan poco interesantes que he llegado a la conclusión que lo que mantiene mi interés por la serie son esas secuencias que nos regalan que son únicas. Yo creo que ninguna otra serie ofrece ahora unas persecuciones como ladel árabe del restaurante de comida rápida o la de los adolescentes enmascarados tira-huevos de Halloween, o tiroteos como el del capítulo de Washington. ¡Son tan divertidas! Y en el último capítulo nos han ofrecido un club del suicidio maravilloso. Sinceramente, yo desconocía que el ser humano lo que desea cuando sabe que le quedan pocos meses de vida es ser tratado como en Abu Ghraib. Seguro que existe algún club parecido en USA todo lleno de enfermos terminales.



Ya por terminar, es exasperante ver cómo se olvidan de personajes y situaciones de un capítulo a otro. ¿Dónde están las torres de Somalia? ¿Y la rubia detenida en el primer episodio e interrogada en el tercero (o cuarto, no me acuerdo)? ¿Y el encapuchado despierto durante el desvanecimiento? ¿Y Simon? Pero bueno, en el fondo todo esto me importa más bien poco mientras FF siga en su línea de despropósitos o realmente mejore mucho (cosa que veo complicada).


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