Volvió Chuck, y podemos decir que lo hizo sin cambios sustanciales. Los dos primeros capítulos de la tercera temporada sirvieron para recolocar todos los elementos de la trama en la posición que siempre habían tenido. Morgan regresa de Hawai, donde ha fracasado en su intento de ser chef, y recupera su trabajo en el Buy More. Un asesino liquida oportunamente a Emmett, lo que permite a Big Mike recuperar su puesto de jefe en el Buy More. Otro que recupera su trabajo "tapadera" en la tienda es el mismo Chuck, que seguirá formando un equipo de espías junto a Sarah y Casey. Algunos personajes fallecidos como Bryce Larkin han encontrado su sucesor: Shaw. Y también ha evolucionado el ente antagonista, ahora llamado The Ring.
He dejado para el final la relación entre Chuck y Sarah. Los guionistas se las han arreglado para ponerlos en la misma situación que en las dos anteriores temporadas. A pesar de que ambos saben que se quieren uno al otro y de que ya parecía que iban a estar juntos, nos van a marear una vez más a los telespectadores con su tensión romántica "latente". En cada capítulo Chuck y Sarah vuelven a las mismas conversaciones que se han ido repitiendo una y otra vez durante las dos primeras temporadas. Hasta me atrevería a decir que han dado un paso atrás respecto al final de la segunda. Y eso es malo.
La verdad que la resolución de la tensión amorosa entre dos personajes de una serie siempre es un quebradero de cabeza para los guionistas. ¿Hasta cuándo conviene retrasar el momento en que ésta se materializa? Según mi punto de vista, el romance Jim/Pam de The Office es el mejor ejemplo de cómo llevarlo. Además durante seis largas temporadas. Otra buena muestra: Leonard y Penny en The Big Bang Theory. En Chuck creo que los guionistas han pecado de conservadores y se han equivocado.
A pesar de que es una serie con poquísima evolución, Chuck tiene a Chuck. El personaje protagonista se basta él solo para aguantar el peso de la serie. Bueno, con la inestimable ayuda de sus colegas del Buy More. Si no fuese por sus historias y los toques de comedia Chuck sería completamente imprescindible. Una más del montón, con unas tramas de espionaje repetitivas y una historia de amor que hace tiempo que dejó de ser bonita para ser cansina.
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