Quiero empezar una serie de posts cada viernes con una recomendación de una película o serie que pueda haber pasado desapercibida en su momento o que no tenga un gran reconocimiento pero que en mi opinión se lo merezca. Para estrenar esta mini-sección he elegido un documental: The Devil and Daniel Johnston (Jeff Feuerzeig, 2005).
La película retrata la convulsa vida del cantautor Daniel Johnston desde su adolescencia hasta la actualidad. El gran valor de este documental es la cantidad de imágenes y sonidos de archivo que hay sobre él ya que disponía de cámara de vídeo (con la que filmaba cortometrajes interpretando el mismo Johnston a todos sus personajes, incluyendo su padre y su madre) y grabadora de audio, con la que grabaría sus propios discos. Disponer de este material es una bendición para cualquier realizador, sobre todo teniendo en cuenta que en esa época no estaba tan democratizado el uso de estos aparatos como pueda estarlo ahora, porque permite ahondar mucho más en el personaje.
El espectador viaja de la mano de Johnston en el terreno de la locura y del proceso creativo. Malas experiencias, frustraciones amorosas, alucinaciones, depresiones, canciones y dibujos conforman el paisaje de este relato apasionante. No voy a contar mucho más para no desvelar detalles del film, pero sí que voy a dejar algunos enlaces de spotify con los discos de Daniel Johnston y el vídeo de una canción suya que lleva unos días dentro de mi cabeza.
Lo curioso del caso de Daniel Johnston es que ha tenido cierta influencia. Por ejemplo, grupos como Wilco, Beck o Spiritualized han versionado esa misma canción.
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